Si algo es típico en mi casa es comer el día de Viernes Santo empanadillas. Bueno, eso y la ensaladilla, el pisto con bacalao, huevos rellenos... es decir, preparar la comida el día de antes, o en la mañana temprano y ... a vivir las procesiones que este día duran desde las 6:00 de la mañana hasta las 00:00 de la noche. Qu emás que típico es que mi madre se pone manos a la obra y... el resto bendecimos las manos de mi madre!!!
Lo dicho, que en casa las "empanadillas de mi madre" no sólo son un ritual sino la pieza indiscutible de que es Viernes Santo. Así que sin ánimo de emular lo que con tanta tradición esperamos este viernes de pasión, me decidí a preparar yo otras empanadillas distintas.
Las de mi madre son de tomate, escabeche y aceitunas.
Las mías, por primera vez este año, de calabaza. Me encanta la calabaza y a demás me regalaron una la otra noche (gracias Fernando y Trini!!).
Así pues, esta mañana, a la hora de la parada de la procesión he presentado "mis empanadillas".
Siento, esta vez no se muy precisa en las cantidades... lo advierto.
INGREDIENTES:
- Calabaza cocida, yo la hice en el microondas, unos 250 gr.
- 1 cebolla.
- Queso de cabra (no recuerdo la cantidad... puse el que tenía)
- Un puñado de semillas de sésamo.
- 2 cucharadas de tomate frito
- Aceite.
- Obleas de empanadillas (que hoy no es día de andar con masas)
ELABORACIÓN:
- Cocer la calabaza, con medio vaso de agua, en el micro ondas. Yo lo puse 10 minutos a 850º (mejor si no queda muy blando). Cuando esté escurrir con un colador.
- Sofreír la cebolla cortada en trozos pequeños y con poco aceite.
- Cuando esté frita la cebolla añadir la calabaza cocida y troceada. Añadirle las cucharadas de tomate frito y retirar del fuego.
- Cuando se haya enfriado la mezcla añadir un puñado de semillas de sésamo (me ha dado por las semillas... podía haber probado con las de chía pero les puse estas que aportan calcio dicen...)
- Después añadir el queso troceado en pequeñas porciones y remover.
- Cuando la mezcla está hecha ir poniendo pequeñas porciones en las obleas y sellar.
- Freír en poco aceite y muy caliente, yo lo hice así, y al sacarlas las ponemos en papel de cocina para que empapen el aceite que sueltan.
Se pueden hornear también, poniendo yema de huevo batido sobre la capa de la empanadilla y hornear hasta que doren.
Y ya está... dejar enfriar o comer calentitas, lo mismo da... Bueno estas son mis primeras empanadillas de Semana Santa!!!! Y me acosté tardísimo para tenerlas hechas... lo que me recuerda que "madre no hay más que una"!!! Ojo qué de sacrificios llevan!!!
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